News Nuevos tiempos a orillas del Golfo
En 1939, cuando se descubrieron los primeros yacimientos de petróleo en Catar, este reino del desierto fue presa de la fiebre del oro. El «oro negro» se convirtió enseguida en la estrella de la economía del emirato, situado en la costa oriental de la península arábiga. En los años 70, el país sufrió otro vuelco al descubrirse uno de los mayores yacimientos de gas natural del mundo. Con él, Catar tiene 150 años de reservas garantizados, si no más.
Hoy en día, en el país más rico del mundo soplan una vez más aires de cambio: acaba de ponerse en marcha la iniciativa «Vision 2030», impulsada por el emir catarí. El objetivo es que Catar deje de depender por completo del automóvil como medio de transporte gracias a la creación de una red urbana que conecte eficazmente el centro con las afueras y contribuya a mejorar la calidad de vida. Los distritos y barriadas nuevas de los alrededores de Doha quedarán comunicados por medio de una nueva red de metro.
Tradición antigua, visión nueva
Con su empresa de transformación de metales Gulfcrafts, Vicken Deyirmenjian es el pionero de esta visión de futuro. Nacido en Armenia, se desplazó a Doha desde Líbano hace casi 20 años. Mr. Vicken, como se lo conoce en Catar, quería dejar atrás aquel país azotado por la guerra y fue en busca de seguridad para su familia y su nuevo proyecto empresarial. «Ya no podía soportar más la inestabilidad política», recuerda Deyirmenjian. Y la necesidad de estabilidad y de nuevas oportunidades lo llevó a Doha. El país de acogida le ofrecía exactamente lo que echaba a faltar en Líbano: las riquezas del subsuelo no solo han traído bienestar al emirato, sino también seguridad. Por eso Catar es desde hace muchos años un destino privilegiado para inmigrantes y expatriados.
En la familia de Vicken Deyirmenjian, la artesanía tiene una larga tradición. Su abuelo regentaba en Armenia un pequeño taller de fabricación de objetos de latón. Su padre continuó la tradición familiar en Líbano, al principio como fabricante de souvenirs y objetos de consumo. Más tarde amplió su campo de acción a los trofeos deportivos y a todo tipo de letreros. El hijo también siguió los pasos de sus mayores. En Catar, Deyirmenjian fundó su empresa Gulfcrafts, dedicada a la fabricación de trofeos y medallas. Por entonces, la empresa contaba solo con cuatro empleados. Actualmente la cifra supera los 450.
La clave del éxito, a 300 metros de altura
Poco después de la creación de la empresa, Deyirmenjian empezó a recibir pequeños encargos de rotulación y señalética. El gran salto adelante se produjo en 2004, cuando se construyó la «Olympic Tower» de Doha. El mayor edificio de Catar, con nada menos que 300 metros de altura, está inspirado en una antorcha; por eso también se conoce como «The Torch Doha». Gulfcrafts se encargó de diseñar y fabricar toda la señalética interna y externa del edificio. «Cuando montamos los aros olímpicos a 300 metros de altura, fue un momento inolvidable», recuerda Deyirmenjian.
A partir de ese encargo de prestigio, el trabajo persistente del infatigable Mr. Vicken empezó a dar fruto, y Gulfcrafts se abrió paso con decisión en el sector de la señalética. La empresa se hizo con una cartera de clientes que incluye, entre otras muchas empresas, al departamento de urbanismo de Doha. Pero este aluvión de nuevos encargos también traía aparejados nuevos desafíos: «Me di cuenta de que, para poder entregar todos aquellos encargos a tiempo, necesitábamos tener nuestro propio sistema de corte por láser», afirma Deyirmenjian. Hace unos diez años, el empresario conoció casualmente Bystronic en la feria EuroBLECH. «Lo que me llamó más la atención fue el diseño atractivo de las máquinas». Después de la feria, las aplicaciones de Gulfcrafts fueron analizadas a fondo en el Experience Center de Niederönz y se envió a Doha un informe detallado con los resultados del ensayo. Poco después, Mr. Vicken encargó su primer sistema de corte por láser, un ByStar 3015. Lea la historia completa en el Bystronic World 1.19